El futuro del Cayenne –y de la mayoría de los productos de Porsche- será 100% eléctrico. Sin embargo y mientras aguardamos la llegada de la próxima generación, la firma de Stuttgart quiere dejar en claro que a la actual aún le queda mucho por ofrecer. Es por eso que trabajó en una profunda actualización que acaba de ser presentada, como estaba previsto, en el Salón de Shanghai.
Visto de afuera, puede parecer que los cambios son pocos, pero la marca subraya que realizó todos los procesos y pruebas como si se tratara de un vehículo completamente nuevo, con el objetivo de resaltar aún más sus atributos y estirar su ciclo comercial hasta la llegada de su reemplazo hacia 2025. Tal como lo veníamos adelantando, no hay modificaciones estéticas muy radicales, pero sí son fáciles de percibir: en el sector frontal se destacan los nuevos faros de Led inspirados en el Taycan y el Panamera, algo más grandes, junto con un nuevo paragolpes, con tomas de aire más grandes y trazos más rectos. No hay modificaciones en los laterales, salvo el diseño de las llantas de aleación, mientras que en la parte trasera se destacan los nuevos faros –con un acrílico que se extiende a lo ancho del portón-. Además, en el caso de la versión Coupé, se rediseñó su remate, con el portapatente ahora ubicado en el paragolpes y las nuevas salidas de escape, posicionadas en el centro en lugar de los extremos.
Puertas adentro, el nuevo tablero luce casi completamente diferente al anterior, con un estilo más tridimensional pero que transmite sobre todo una sensación de sofisticación y refinamiento de otro nivel. Las salidas de aire de los extremos ahora adoptan un formato rectangular y están ubicadas en posición vertical. El instrumental deja de lado los clásicos relojes circulares y de aguja por un display 100% digital de 12,6” configurable por el conductor, mientras que la plancha frontal tiene como protagonistas ahora a dos enormes pantallas de 12,3” y 10,9” respectivamente, una para el sistema multimedia y otra para el entretenimiento del pasajero, tal como lo ofrece el Taycan. Pero eso no es todo, el túnel central también fue completamente renovado y agrega un display para el climatizador, que afortunadamente sí mantiene comandos físicos de una delicada terminación. Por supuesto, todo está ambientado con materiales de primerísimo nivel, con revestimientos de cuero bi-tono y apliques de aluminio cepillado. Por otra parte, también incorpora el volante del 911, con el centro circular y comandos para las funciones del tablero, del sistema de infoentretenimiento y telefonía, más el selector de modos de conducción, co cuatro modos: Normal, Off Road, Sport y Sport Plus.
Mecánicamente, tal como lo preveíamos, no hubo cambios significativos, sino una simplificación de la gama: para Europa estarán disponibles tres opciones, el Cayenne (a secas), impulsado por un V6 3.0 turbo que entrega 353 CV y 500 Nm de par; el Cayenne S, con un V8 4.0 biturbo de 474 CV y 600 Nm y la variante híbrida enchufable, en este caso equipada con el V6 3.0 turbo asociado a un nuevo motor eléctrico con el que desarrolla en conjunto 470 CV, además de contar con una batería de 25,9 kWh que le proporciona una autonomía en modo eléctrico de 90 kilómetros. En todos los casos, la transmisión es automática de 8 velocidades y la tracción, integral. Para Estados Unidos se agregará además la versión GT turbo de 660 CV, tanto con carrocería convencional como Coupé.
de generación en generación aumenta continuamente la exclusividad. aunque mantiene el molde y su esencia desde siempre
con cada generación se va haciendo más y más exclusiva… pese a que solo se actualiza mientras mantiene la misma esencia de siempre