
Por su aspecto bien podría tratarse de un prototipo de competición para competir en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) que por estos días está disputando su fecha más importante, las míticas 24 Horas de Le Mans. Como un guiño a su exitoso palmarés y a los recordados y durante años imbatibles 917 y 959, Porsche presentó el Mission X Concept, básicamente un hypercar homologado para la calle.
El Mission X es la continuación de la saga de prototipos Mission, que siempre anticiparon un vehículo de producción como el Taycan y que en este caso bien podría adelantar al sucesor del 918 Spyder. Su diseño está claramente inspirado en un hypercar del WEC, especialmente el sector frontal con los faros verticales y la gran toma de aire central, así como los abultados pasarruedas. También el cockpit es similar al de un vehículo de competición, aunque la forma de burbuja completamente vidriada y la apertura de las puertas son una suerte de homenaje al 917 y le dan cierto toque retro. Por supuesto que todo su diseño fue estudiado minuciosamente para ofrecer la mejor aerodinámica posible y eso incluye su llamativo remate posterior, con faros de Led muy finos y de apariencia tridimensional, dibujando el nombre de la marca en el centro.
Gran parte del prototipo está construido en fibra de carbono tal como lo revelan varias partes como los marcos de las puertas, que dan paso al futurista y a la vez delicado interior: con vistosos revestimientos que combinan cuero bi-tono marrón y negro para el habitáculo, excepto en la butaca del conductor y el volante, que poseen detalles en blanco, el despliegue tecnológico es abundante. El tablero fusiona características de un vehículo de competición –como el volante desde donde se configuran varias características del auto y de su puesta a punto- con las de un modelo de calle, como la información del instrumental, el sistema multimedia y el display adicional para el pasajero que incluye un cronómetro para registrar los tiempos de vuelta.
Por el momento, la firma de Stuttgart no brindó muchos detalles técnicos, ni de su plataforma, mecánica o baterías. Sólo se sabe que tiene un porte equivalente a un sedán del segmento C, con 4.500 mm de largo –es más chico de lo que aparenta- y, según la marca, si pasara a producción, se convertiría en el hypercar homologado para calle más rápido en el circuito de Nürburgring gracias a su relación peso/potencia de 1kg/CV, una carga aerodinámica similar a la del 911 GT3 RS y una aceleración de 0 a 100 km/h en impresionantes 1,9 segundos. Como dato adicional, Porsche destacó que posee una arquitectura eléctrica de 900V, más potente que la del Taycan, por lo que podría recuperar autonomía en muy pocos minutos.
Si bien la marca no confirmó ni descartó su pase a producción, es muy probable que en un futuro no tan lejano, efectivamente cuente con una versión de serie para demostrar todo el poderío y capacidad de desarrollo de Porsche y su tecnología de propulsión eléctrica.