Presentada hace algunas semanas atrás en Estados Unidos, la nueva generación de la Chevrolet Colorado dio un importante salto en diseño y tecnología respecto a su antecesora y su desarrollo es muy importante para nuestra región ya que, de acuerdo a la propia compañía, anticipa las características de la próxima S-10 que deberá ser prácticamente igual a su par norteamericana. Pero además de la pick up, en América Latina también deberá contar con un derivado SUV, la próxima generación de la Trailblazer.
El desarrollo y la producción tanto de la S-10 como de la Trailblazer ya están confirmadas para Brasil y se espera su presentación para 2023. Aún sin teasers ni adelantos oficiales, la web Theottle creó una proyección que anticipa cómo sería el diseño del SUV.
Tal como en la generación actual, el sector frontal es compartido con la pick up, con su estilo mucho más agresivo e imponente. Las diferencias aparecen desde el pilar B hacia atrás, donde la recreación toma los rasgos de la Chevrolet Tahoe estadounidense –basada en la Silverado-, especialmente en el diseño de las ventanillas y el remate posterior. El resultado está muy bien logrado, con una estética muy agradable y en línea con otros productos de la marca. Por supuesto, se trata de una proyección particular y no se sabe si ese será el camino que sigan los diseñadores de GM, pero como propuesta se la ve realmente atractiva y armónica.
El resto de sus características, deberían ser idénticas a la pick up: basada en la plataforma GMT 31XX-2, una evolución de la actual, creció considerablemente la distancia entre ejes, pasando de 3,25 metros a 3,33. El largo –siempre hablando de la Colorado- se mantuvo casi intacto, con 5,41 metros vs 5,40 de la generación saliente.
Estéticamente, su diseño es mucho más agresivo y está inspirado en la Silverado, con trazos rectos bien marcados y un frente mucho más imponente, con una enorme parrilla dividida por la clásica barra horizontal que identifica a las pick ups norteamericanas de Chevrolet junto con faros más pequeños y alargados y las luces antiniebla ubicadas en una posición más alta, achicando el voladizo y mejorando el ángulo de ataque.
La mayor evolución de la nueva Colorado está en el interior: atrás quedaron las críticas por su aspecto o calidad de materiales, la nueva Colorado busca transmitir una sensación de mayor refinamiento, pero a la vez con una cuota de deportividad y sobre todo, tecnología. En el tablero se destaca el instrumental analógico/digital con una enorme pantalla de 11,3” que se extiende a continuación para el sistema multimedia. Aunque se eliminaron muchos botones, mantiene algunas perillas y teclas para las funciones más importantes. Entre su equipamiento, dispondrá de climatizador automático bizona con salidas de aire traseras, faros de Led, cargador inalámbrico, control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, alerta de tráfico cruzado trasero y sensor de punto ciego, entre otros ítems.
Mecánicamente, la Colorado estará disponible sólo con un motor naftero 2.7 turbo –dejando de lado el V6 y la opción turbodiesel- con varias opciones de potencia que van desde los 240 CV y 35,8 kgm de torque hasta los 314 CV y 53,9 kgm de par para la Z71 y Trail Boss, mientras que en la ZR2 el torque aumentará a 59,4 kgm. En todos los casos, la transmisión es automática con convertidor de par de 8 velocidades. Para nuestra región, todo parece indicar que se mantendrá el motor Duramax 2.8, seguramente con un upgrade de potencia y torque y una adaptación a las nuevas normativas de emisiones que regirán en Brasil en los próximos años.