Hace unos días atrás se viralizaron varias fotos de una unidad de pruebas de la próxima generación de la Volkswagen Tiguan, un prototipo que además de utilizar la carrocería definitiva, curiosamente casi no contaba con camuflaje, sólo en parte del sector frontal y del remate posterior, pero que sin embargo lograba darnos una clara idea del renovado SUV. Como suele suceder en estos casos, los diseñadores de Kolesa no tardaron en realizar una proyección para mostrar cómo se vería el C-SUV en su versión de producción.
La recreación es en esencia una pasada en limpio del prototipo fotografiado, del que toma todos sus rasgos y completa los detalles ocultos por el camuflaje, como la enorme toma de aire frontal y añade unas vistosas llantas de aleación, similares a las del ID.4.
Tal como señalamos en aquel artículo, a nivel estético, el replanteo es bastante profundo. Sin ser rupturista, algo muy difícil de ver en un Volkswagen, se diferencia notablemente de la generación actual: ya no cuenta con tantos trazos rectos y rectangulares, sino más bien una combinación con algunas líneas más redondeadas y una apariencia más robusta, marcada especialmente por los abultados pasarruedas y el frente más alto, acercándola al estilo de la Touareg pero también al de los nuevos productos de la firma de Wolfsburg, con una enorme toma de aire frontal que se extiende a lo ancho del paragolpes junto con una firma luminosa y formato de los faros que recuerdan al ID.4.
Puertas adentro, si bien por ahora no trascendieron imágenes ni recreaciones, se espera que también de un importante salto a nivel tecnológico y estético, con un tablero de diseño más tridimensional, inspirado en la gama ID, con un gran protagonismo de la pantalla del sistema multimedia, instrumental digital y la reducción de mandos físicos. Asimismo, incorporará nuevos y más avanzados sistemas de asistencia a la conducción y de conectividad.
Desarrollada sobre una evolución de la plataforma MQB, otra característica que llama la atención es su porte: la Tiguan seguirá creciendo en dimensiones para ofrecer un mayor espacio para los pasajeros de atrás, manteniendo una variante de 7 plazas.
Mecánicamente, se espera un mayor protagonismo de las variantes electrificadas –con opciones mild-hybrid e híbridas enchufables-. Medios de prensa europeos indican que aún habrá lugar para el diésel, con el conocido 2.0 TDI pero con asistencia eléctrica (sistema mild-hybrid) para que pueda ser homologado bajo las exigentes normativas Euro 7. Eso sí, esta será la última generación equipada con motores de combustión, ya que su próximo reemplazo pasará a ser 100% eléctrico.
Su presentación está prevista para el año que viene. Habrá que ver si la producción para América Latina se mantiene en México como en la generación actual, algo que tendría lógica considerando que conservará la plataforma MQB –con mejoras- y que desde allí se podrá abastecer al mercado estadounidense junto con la Taos.