A poco más de un año de su lanzamiento en Argentina y a dos de su debut a nivel mundial, la Kia Carnival ya se prepara para una importante actualización. Y es que la firma surcoreana avanza con la renovación de toda su gama y busca ofrecer un portfolio unificado bajo su nuevo lenguaje estético inspirado en su gama EV. Así lo demuestran las imágenes publicadas en un instagram del país asiático donde se observa a una unidad completamente sin camuflaje.
Las fotos revelan profundos cambios en el sector frontal, que dejará de lado los faros de formato horizontal y la parrilla trapezoidal por nuevas ópticas, ahora mucho más verticales y con una firma luminosa de Led que recorre su contorno superior y se unen a la parrilla Tiger Nose, ahora mucho más grande. También el paragolpes fue reformulado con una toma de aire trapezoidal y un aplique del color de la carrocería en contraste, así como el diseño de las llantas de aleación Eso no es todo: en la parte trasera los faros también fueron rediseñados y ahora adoptan una forma de T, extendiéndose además a lo ancho del portón. Por último, las modificaciones incluirían una actualización de las pantallas en el interior, así como de los materiales y revestimientos, que ya de por sí eran de destacable calidad.
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Presentada en nuestro país en marzo del año pasado, la cuarta generación de la minivan fue replanteada por completo y ahora la marca la define como Grand Utility Vehicle, ya que combina la practicidad y modularidad que siempre la caracterizaron, con la estética y el refinamiento de un SUV, más una capacidad de hasta 11 pasajeros.
En su diseño se destacan los trazos mucho más rectos, el sector frontal bien definido y cierto look aventurero, otorgado por las barras de techo. De perfil es donde más se aprecia esta combinación entre un SUV y un “GUV”. Además de la parte delantera bien marcada y en una línea diferente a la del parabrisas, también llaman la atención los trazos rectos, la cintura alta y sobre todo el diseño de la tercera ventanilla, que en lugar de estar integrada como en su antecesora, ahora forma parte del pilar C y se une a la luneta, un recurso visto en los todoterreno. Lo único en común con respecto a una minivan tradicional es que se mantiene la doble puerta lateral corrediza.
Puertas adentro, al igual que en el exterior el cambio es total y muy llamativo. Si bien la percepción de calidad de la generación actual ya era muy buena, en esta nueva edición lo es aún más, con detalles de terminación que lo acercan al segmento Premium y un diseño que en parte recuerda al de los productos de Mercedes-Benz, especialmente por las dos enormes pantallas que se roban el protagonismo de la plancha superior. Tal como en los vehículos de la firma de Stuttgart, un display de 12,3” está dedicado al instrumental –configurable por el conductor- y otro al sistema multimedia, unidos entre sí por un marco con detalles símil aluminio. Pero eso no es todo, por debajo se encuentran las salidas de aire, finas y rectangulares integradas al diseño del tablero y los comandos de la climatización. La palanca de cambios fue reemplazada por una selectora del tipo rotativa. Como en toda minivan, no faltan los huecos portaobjetos y posavasos, pero con un plus de estilo y cuidados materiales, que se puede apreciar en los revestimientos y apliques.
En nuestro mercado se comercializa en una única versión –SX-, impulsada por el conocido motor turbodiesel 2.2 CRDi, que en este caso desarrolla 202 CV a 3.800 rpm y 450 Nm de torque entre las 1.750/2.750 rpm, asociado a una caja automática con convertidor de par de 8 velocidades. Cuenta además con selector de modos de conducción (Normal, Eco y Sport) y levas al volante.
La presentación del facelift podría darse este mismo año en Corea del Sur y luego llegar paulatinamente al resto de los mercados donde tiene presencia la exitosa minivan.