
Desde Córdoba – En el marco de las celebraciones por el 70 aniversario de la Planta Renault de Santa Isabel participamos de la conferencia de prensa que realizó la marca con Pablo Sibilla, presidente y director general de Renault Argentina, y André Pinto, director industrial de la Fábrica Santa Isabel, donde se pudieron conocer temas como el futuro y la actualización de la planta, el nombramiento de Colapinto en Alpine (marca del Grupo Renault), la llegada de las marcas chinas, la pick up de media tonelada Niagara Concept, el futuro de Kangoo y de modelos como Logan, Sandero y Sandero Stepway, entre otros temas.
La planta de Renault en Argentina está cumpliendo 70 años, un hito en un país tan cambiante. Considerando el contexto global y lo que sucede con otras automotrices, como Volkswagen, que está vendiendo plantas a la industria china, ¿qué desafíos enfrenta Renault en este nuevo ecosistema global?
La industria automotriz está atravesando una transformación acelerada, y en Renault apostamos a una estrategia clara: pasar del volumen al valor. Cuando esta estrategia fue anunciada, hubo escepticismo, pero el tiempo demostró su éxito. Un artículo reciente del Financial Times destacaba cómo el valor de la acción de Renault creció en los últimos cinco años, mientras que el de otras marcas, incluyendo algunas que mencionaste, cayó considerablemente. Esto se debe a que no nos embarcamos en una carrera desenfrenada por el volumen, sino que mantuvimos un control adecuado de nuestra capacidad instalada, evitando el exceso que hoy obliga a otras marcas a cerrar fábricas. Aun así, somos conscientes de que la competencia es muy fuerte, especialmente con la llegada de nuevas marcas chinas que tienen procesos de desarrollo más rápidos. En nuestra planta de Santa Isabel, el foco está puesto en hacer de la pick-up Niagara un producto altamente competitivo, un desafío clave en un país que no se destaca por su competitividad industrial. Para afrontar estos retos, es fundamental reducir la presión fiscal sobre las importaciones y mejorar la competitividad del país. Sabemos que el mercado es exigente y que estas son las reglas del juego, por lo que nos estamos preparando para enfrentarlas con la mayor solidez posible.
En la reciente presentación de Alpine, Luca de Meo destacó la importancia de Franco Colapinto como embajador para Renault en Latinoamérica, a pesar de que la marca ha reducido su presencia oficial en el automovilismo. ¿Cómo se traduce esto en términos concretos para la región? ¿Cómo se puede aprovechar su figura en el marketing de la marca?
Tener a Franco Colapinto como parte del equipo Alpine es un verdadero regalo para los latinoamericanos y especialmente para los argentinos. Su presencia en la escudería nos permite conectar con el público y reforzar la asociación entre Alpine y Renault, algo que no todos tienen claro fuera del mundo del automovilismo. Además, esta relación nos da la posibilidad de seguir impulsando la deportividad de la marca, lo que se refleja en modelos como el Arkana Espíritu Alpine y otros futuros lanzamientos con esta identidad. Ya hemos tenido reuniones con Franco para desarrollar ideas que fortalezcan esta conexión, y él mismo está muy entusiasmado con representar a Renault, ya que valora formar parte de una automotriz con fuerte presencia en las calles. Incluso, su equipo de management nos contó que ha rechazado propuestas de marcas de lujo que no siente afines a su identidad. Por supuesto, aún es piloto de reserva y el futuro en la Fórmula 1 es siempre incierto, pero su imagen es una gran oportunidad para Renault en la región. Además, el guiño de Luca con el «¡Vamos Nene!» fue una sorpresa para muchos, y aunque no fui yo quien se lo dijo, lo tomamos como un símbolo para conectar aún más con el público argentino. Todo esto sucede en un gran momento para la marca, con una ofensiva de nuevos productos y la transformación de nuestra planta para la producción de vehículos utilitarios.
¿Cómo se realiza la transición de una planta que fabrica autos de pasajeros a una que se dedicará exclusivamente a vehículos utilitarios? ¿Cuáles son los principales desafíos de este cambio industrial?
Nuestra planta ya tiene una configuración flexible, algo que explicamos a quienes nos visitan. Funciona como una «Y», con una estructura común en estampado, soldadura y pintura, y luego se divide en dos líneas: una para vehículos de pasajeros y utilitarios, y otra exclusivamente para pick-ups. Actualmente, en esa primera línea ya fabricamos un utilitario, lo que nos da experiencia en mezclar ambos tipos de vehículos dentro del mismo flujo de producción. La llegada de la pick-up Niagara implicará la incorporación de 70 robots adicionales, pero no representa un desafío de transformación radical, más allá de los desafíos inherentes a cualquier nuevo modelo. Además, seremos la primera planta en el mundo en industrializar este producto, lo que implica asumir toda la curva de aprendizaje. Desde el año pasado venimos realizando modificaciones en los procesos y la logística para mejorar el rendimiento de la fábrica, ya que la competitividad es clave para atraer inversiones y nuevos proyectos. Uno de los mayores retos será la nueva arquitectura electrónica del vehículo, que lo posicionará en un nivel de alta gama con tecnología avanzada. Pero ya estamos trabajando intensamente en esto, con personal en capacitación en distintas partes del mundo y con cambios en la planta que nos permitirán estar preparados para este salto tecnológico.
En Expoagro, gran parte del foco estuvo puesto en la llegada de nuevas marcas chinas al mercado, especialmente en el segmento de pick-ups. En ese contexto, ¿cuál es el futuro a mediano plazo de la Renault Alaskan dentro de la fábrica?
Este año tenemos un año de producción plena para la Alaskan, pero más allá de eso, aún no hemos tomado una decisión definitiva sobre su futuro. Somos conscientes de la evolución del mercado y del crecimiento de las pick-ups chinas. Actualmente, ya hay dos marcas en Argentina que están introduciendo pick-ups basadas en plataformas chinas, lo cual no nos sorprende. Renault mantiene una colaboración en varios frentes con Geely, una empresa china muy seria y profesional, con presencia en proyectos como Horse, donde ya tiene una participación del 45%, además de iniciativas en Brasil, Corea y otros mercados. Sabemos que cuando los fabricantes chinos entran en un segmento, lo hacen con fuerza y determinación, convirtiéndose en competidores de peso. Esto es parte del nuevo contexto del mercado, con más jugadores y una competencia cada vez más intensa, lo que nos obliga a estar atentos a las tendencias y evaluar nuestras estrategias de manera constante.
Sabemos que existe una fuerte integración industrial entre Brasil y Argentina a nivel fábricas. En ese sentido, ¿hay un rol asignado para la planta de Santa Isabel dentro del acuerdo que Renault hizo con Geely para Brasil?
No, el acuerdo con Geely es exclusivamente para Brasil. En este caso, Geely va a participar en el capital accionario de Renault Brasil, pero por el momento, el alcance del acuerdo se limita a ese país dentro de Latinoamérica. En cuanto a Santa Isabel, no hay un rol específico dentro de este convenio. Sin embargo, siempre estamos analizando nuevas oportunidades y estrategias de integración regional.
¿Está descartada la posibilidad de una versión electrificada de Niagara en el futuro?
No, para nada. Está prevista una versión electrificada, aunque todavía no hay una fecha de lanzamiento definida. En algún momento más adelante tendremos una versión con algún grado de electrificación, aunque no necesariamente será 100% eléctrica.
Renault Argentina celebra sus 70 años en un contexto de transformación tanto a nivel interno como en el país. ¿Cómo es la relación de la empresa con el gobierno en este escenario, considerando la creciente presencia de marcas chinas y los desafíos industriales que esto plantea?
La relación con el gobierno es buena, como lo ha sido con distintas administraciones, y siempre buscamos trabajar en conjunto para mejorar la competitividad de la industria automotriz en Argentina. Desde el primer momento hemos dialogado activamente sobre este tema con el ministro Caputo, quien mostró interés desde nuestra primera reunión. Mantenemos encuentros trimestrales a nivel de presidentes de automotrices y vemos avances en medidas que van en la dirección correcta, como la reducción de impuestos que encarecían la exportación de vehículos.
Aun así, queda mucho por hacer, ya que el costo impositivo sobre los autos en Argentina sigue siendo muy alto. Respecto a la presencia de marcas chinas, no podemos hablar aún de una «invasión» en el país, ya que el año pasado se vendieron solo 3.500 autos chinos en Argentina. La reciente regulación del gobierno sobre la importación de 50.000 vehículos está bien diseñada, aprendiendo de lo ocurrido en Brasil. Se estableció un marco equilibrado, con cupos tanto para empresas instaladas en el país como para importadores, lo que permite dar acceso a nuevas tecnologías sin afectar drásticamente a la industria local.
Dado el contexto actual del mercado automotor y los cambios en la industria, ¿Renault Argentina tiene previsto participar en esta nueva etapa con algún producto en particular?
Sí, vamos a participar activamente con dos vehículos. Estaremos presentes con Kwid E-Tech y también con Arkana, lo que refuerza nuestro compromiso con la innovación y la movilidad dentro del mercado argentino. Creemos que es importante estar presentes con productos que representen el ADN de Renault y su evolución hacia nuevas tecnologías y propuestas de valor para nuestros clientes.
Se ha mencionado el proyecto del tren como una iniciativa clave para la logística de la planta. ¿En qué estado se encuentra actualmente y cuál es la visión a futuro para este desarrollo?
El proyecto del tren está avanzando de manera significativa. Estamos manteniendo reuniones con el gobierno y, como mencioné en otras oportunidades, la traza ferroviaria está en un 99% en condiciones de ser utilizada. Además, hay mucho interés por parte de distintos actores y estamos llevando a cabo varias reuniones para impulsar el proyecto. Nuestro gran objetivo es que el ferrocarril vuelva a ingresar a la planta, como lo hacía en sus inicios, permitiendo que los vehículos puedan ser exportados directamente por esta vía. Esto representaría una reducción drástica en los costos logísticos y de exportación, alineándose con nuestra estrategia de eficiencia industrial. Aunque el proyecto aún se encuentra en una fase inicial, hoy está mucho más avanzado que hace un año: ya hemos relevado la traza, verificado su estado, desenterrado vías y confirmado que no hay inmuebles que bloqueen el recorrido, por lo que seguimos trabajando con mucho optimismo en su concreción.
¿Cuál es el futuro de la Renault Kangoo en la planta y en el mercado?
La Renault Kangoo tiene su continuidad asegurada por muchos años más. Luego de haber conseguido la aprobación del grupo para el proyecto de la pick-up Niágara, nos enfocamos en garantizar la continuidad de la Kangoo. Presentamos al grupo la historia y el impacto que ha tenido este modelo, que lleva 23 años liderando el segmento en Argentina y es un referente en mercados como México, Colombia y Brasil. De hecho, en muchos de estos países, la gente se refiere a los furgones en general como “Kangoo”, lo que demuestra el arraigo de este vehículo. Finalmente, logramos la aprobación para su reemplazo en el futuro, aunque aún no hay plazos definidos. Sabemos que los ciclos de vida de este tipo de vehículos suelen ser más largos, pero lo importante es que la Kangoo tiene un futuro garantizado y seguirá siendo un pilar en nuestra estrategia comercial e industrial.
¿Se conoce el nombre definitivo de la pick-up Niágara o aún está en proceso de decisión? Además, mencionaste que para 2026 habrá una renovación integral de la gama, ¿esto incluye el International Plan o podrían llegar modelos totalmente nuevos que no conocemos?
Sobre el nombre de la Niágara, honestamente, no lo sé y prefiero no saberlo, porque si lo supiera, correría el riesgo de decirlo por accidente en un acto fallido. Hoy internamente seguimos refiriéndonos a ella como Niágara, y quién sabe, tal vez hasta termine llamándose así de tanto repetirlo. En cuanto a la renovación de la gama, sí, ya comenzó con el lanzamiento del Kardian, que marcó el inicio de esta transformación. Luego, llegará el Arkana, y en el segundo semestre tendremos dos SUV medianos y grandes, uno de ellos es el Koleos, un modelo que ya se comercializa en Europa y que puedo asegurar es uno de los mejores autos de la gama Renault a nivel global. Más adelante, se sumará la Niágara, y para finales de 2026, el showroom de Renault tendrá prácticamente toda su gama renovada, con la única excepción de la Kangoo, que seguirá en producción.
¿Está confirmada la producción anual de la pick-up Niágara? Y considerando que es un proyecto nuevo, ¿ya definieron nuevos mercados de exportación? ¿Qué países tienen en la mira?
Empezando por la exportación, el foco principal de la Niágara será toda América Latina, pero también estamos analizando otros mercados fuera de la región. Todavía no puedo dar detalles sobre esos países porque están en evaluación, pero estamos explorando distintas posibilidades. En cuanto a la producción, tenemos previsto fabricar un mínimo de 60.000 unidades al año, con la posibilidad de alcanzar las 80.000 unidades si la demanda lo permite. Ese es el objetivo que estamos trabajando para cumplir.
¿Cómo proyectan el mercado automotor para este año en función del arranque del patentamiento? ¿Qué volumen esperan? Además, ¿cómo cerró la producción en la planta de Santa Isabel en 2024 y qué estiman para este año? Por último, con la llegada de la Niágara, ¿está definido si se dejará de producir algún modelo?
Para este año estimamos un mercado en torno a los 550.000 patentamientos, aunque no descartamos que pueda sorprendernos y superar esa cifra. Es un número sólido y dentro de un rango esperable. En cuanto a la producción en Santa Isabel, en 2024 fabricamos cerca de 39.000 unidades solo de Renault y, si sumamos los vehículos producidos para nuestro socio, llegamos a unas 50.000 unidades. Para este año esperamos un volumen similar, manteniendo la estabilidad productiva. Respecto a posibles discontinuaciones, por el momento no hay una decisión tomada sobre qué modelo podría dejar de producirse con la llegada de la Niágara. Seguimos analizando la demanda y la capacidad de producción para tomar la mejor decisión en su debido momento.