Tal como estaba previsto, llegó el momento de la presentación del Renault Kiger, el nuevo A-SUV derivado del Kwid con el que la marca francesa pretende batir récords de venta en India, como ya lo viene haciendo con el citycar y el monovolumen Triber con los que comparte plataforma. Sin dudas se trata de una propuesta muy mejorada y superadora respecto al pequeño hatchback en todos los sentidos, desde el diseño hasta el equipamiento y la seguridad.
Firmado por el propio Laurens van den Acker, responsable de los últimos productos del rombo, el prototipo ya resultaba realmente muy atractivo, lo que se terminó de confirmar con la versión definitiva, con muy pocos cambios. El Kiger es más que un Kwid con esteroides, ya que tiene una impronta propia en el sector frontal con un estilo más agresivo y moderno con la firma luminosa que dibujan los Led de circulación diurna y los pasarruedas bien marcados, buscando transmitir una sensación de mayor robustez y dinamismo. Como todo vehículo con estética aventurera, cuenta con protecciones plásticas en la parte inferior del paragolpes, los pasarruedas, zócalos laterales y barras de techo.
Puertas adentro, el SUV toma distancia del citycar, con un diseño completamente diferente y una apariencia que se aleja de esa imagen low cost. El tablero está inspirado en los nuevos productos de la marca, con salidas de aire rectangulares y la consola central con una pantalla táctil de 8” tipo tablet flotante para el sistema multimedia. También posee instrumental digital con display de 7” configurable por el conductor y más completo que el del Kwid.
A nivel de equipamiento, además del mencionado sistema multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay, dispone de conexión WiFi, climatizador automático, control de velocidad crucero, arranque por botón, cámara de retroceso, selector de modos de conducción (Eco, Normal y Sport), sistema de sonido 3D firmado por Arkamys y en materia de seguridad, cuatro airbags, estructura reforzada con barras de protección laterales, control de tracción y estabilidad, además de frenos con ABS/EBD/BA. Para suplir los malos resultados de los crash test del citycar, la marca puso especial atención en destacar la dotación de seguridad del SUV, que debería desempeñarse muchísimo mejor en las pruebas de choque.
Mecánicamente, compartirá los motores con el monovolumen Triber, un propulsor naftero 1.0 de tres cilindros y 72 CV –6 CV más en comparación con el Kwid debido a su mayor porte-, asociado a una caja manual de 5 marchas, al que se sumará un 1.0 turbo, también tricilíndrico, de unos 100 CV que estará acoplado a una transmisión automática del tipo CVT. Si bien es más grande que el citycar, por lo que utiliza una variante evolucionada de la plataforma CMF-A, no sobrepasará los 4 metros de largo para recibir beneficios fiscales en el país asiático.
El objetivo de la compañía es repetir el éxito del Nissan Magnite, con el que también comparte plataforma y muchas de sus características, pero con una propuesta estética diferenciada y mayor equipamiento. Lo más importante para nuestra región es que el Kiger, si bien apunta principalmente al mercado indio, será un producto global, por lo que cuenta con grandes chances de ser producido en Brasil hacia 2022 junto con el SUV de la marca japonesa para posicionarse por debajo de la Duster.