Hace unos días atrás hablamos de los cambios que recibió la versión más deseada de la gama del Mégane, la deportiva RS, pero no fue la única que incorporó una actualización estética y tecnológica. Como era de esperarse, estas modificaciones se aplicaron a todo el portfolio, pero nos quedó una novedad que merecía un artículo aparte: el Mégane E-Tech, la inédita versión híbrida enchufable del hatchback mediano.
La llegada de la electrificación al Mégane era cuestión de tiempo: con las nuevas normativas de emisiones todos los productos de la marca del rombo están sumando variantes plug-in hybrid –como el Clio y la Captur E-Tech- y obviamente sus rivales también. Por eso, la incorporación de esta tecnología resulta lógica para uno de los productos más tradicionales de la firma del rombo y que deberá enfrentarse a los nuevos Volkswagen Golf o Seat León.
La fórmula para electrificar al hatchback resulta conocida: comparte la misma mecánica con la Captur E-Tech, es decir, un propulsor naftero 1.6 de 90 CV asociado a dos motores eléctricos que entregan 65 y 30 CV respectivamente. Así, la potencia combinada llega a los 160 CV. De los dos eléctricos, uno funciona como generador /motor de arranque y otro para impulsar al vehículo. Por su parte, la batería de iones de litio cuenta con 9,8 kWh de capacidad, lo que le permite recorrer hasta 50 kilómetros sin asistencia del propulsor de combustión y sin emisiones. La velocidad máxima en modo eléctrico es de 135 km/h. Adicionalmente, agrega el sistema de conducción Multisense, con tres modos: Pure, Sport y E-Save, priorizando la utilización de los motores eléctricos, la combinación de los tres o el resguardo de la energía almacenada en la batería.
Ahora pasemos al resto de las novedades del Mégane IV fase 2, como se la denomina: estéticamente, el principal cambio puede observarse en el diseño interior de los faros, que siguen siendo de Led pero emplean nuevos proyectores. También el paragolpes recibió un retoque bastante sutil en el marco de los faros antiniebla, ahora de formato rectangular con un detalle cromado en el centro. De perfil, estrena nuevo diseño para las llantas de aleación, mientras que en la parte trasera también se modificó el layout interno de las ópticas.
En el interior, los cambios son pocos, pero están relacionados con el uso diario: en primer lugar se destaca el instrumental 100% digital, que agrega funciones e información específica en el caso de la versión E-Tech como la autonomía restante y el nivel de carga de las baterías. La otra modificación importante es que la ya de por sí enorme pantalla vertical de 8,2” fue reemplazada por una todavía más grande, de 9”, ubicada en posición vertical para operar el sistema multimedia.
Por último, completa el listado de novedades la incorporación de nuevos sistemas de asistencia a la conducción, como el control de crucero adaptativo con función para embotellamientos, frenado automático de emergencia con detección de peatones y alerta de cambio de carril involuntario.
La nueva versión E-Tech junto con la actualización de toda la gama Mégane, estará disponible en Europa hacia principios de mayo. Lamentablemente, su llegada a nuestro país está prácticamente descartada, sólo tiene algunas chances la RS.
