Lo veníamos anticipando y finalmente la fecha llegó: Toyota presentó en Tailandia la nueva generación del Yaris para los denominados mercados emergentes y la evolución con respecto a su antecesor es total, acercándose a la imagen del Corolla e incorporándose a la estrategia de electrificación de la compañía, con la promesa de una versión híbrida. En este caso, fue develada la variante sedán (Ativ), aunque se espera que luego se sume el hatch.
La principal diferencia frente al modelo que se fabrica y comercializa en nuestra región es su plataforma: dejó de lado la arquitectura basada en la del Etios por la nueva plataforma DNGA, que como hemos explicado en otras oportunidades, es utilizada por Daihatsu pero a la vez es una variante simplificada de la TNGA-B de Toyota. Además de las mejoras estructurales y tecnológicas, permitió un incremento en sus dimensiones, pasando a medir 4.425 mm de largo (+5 mm), 1.740 mm de ancho (+10 mm), 1.480 mm de alto (+5 mm) y una mayor distancia entre ejes de 2.620 mm (+70 mm), lo que se traduce en una mejor habitabilidad.
Estéticamente, lo primero que salta a la vista es su parecido con el Corolla, especialmente en el sector frontal: a diferencia de su par del Viejo Continente, la marca japonesa prefirió apostar por trazos bien rectos en lugar de más redondeados. El formato de los faros, la parrilla y la toma de aire central recuerdan a su hermano mayor, con un estilo más elegante respecto a su antecesor.
De perfil es también muy distinto al hatchback/sedán que conocemos, con el agregado de una tercera ventanilla de formato triangular sobre el pilar C y un remate posterior que se asemeja más al de un fastback, como para darle un aspecto más dinámico y deportivo. Por último, en el remate posterior se destacan los faros traseros, también de formato horizontal y que se extienden sobre la tapa del baúl y le otorgan un aspecto más agresivo.
El otro gran salto lo da en el interior, mucho más moderno y con cierto parecido al que podemos encontrar en un Corolla e incluso en el Mirai, especialmente por las salidas de aire y la pantalla táctil de 9” en la parte superior de la consola central. También se renovaron los comandos para la climatización y el volante. Por lo que se llega a percibir, se nota una mejora en la calidad de materiales y ambientación del habitáculo, en este caso realzada con revestimientos bitono. Mención aparte para el instrumental 100% digital a cargo de un display TFT de 7”. Por supuesto, incorpora asistencias a la conducción como frenado autónomo de emergencia, sistema de mantenimiento de carril y control de velocidad crucero adaptativo.
Mecánicamente, en Tailandia y otros países del sudeste asiático, por ahora estará disponible con un motor naftero 1.2 de 94 CV, asociado a una caja automática CVT con 7 marchas simuladas, aunque está previsto que el año que viene sume una variante híbrida basada en un motor 1.5 cuyos demás datos técnicos aún no fueron informados.
Ya disponible en aquel mercado, su llegada a nuestra región debería ocurrir dentro de un año aproximadamente, aunque la compañía todavía no realizó ningún anuncio al respecto. También hay rumores de que el actual Yaris podría no tener un reemplazante directo y ser sustituido por el esperado B-SUV del cual se viene hablando desde hace años.
Está muy bueno, ahora si que parece un verdadero «mini Corolla»…. Lástima que acá no creo que lleguen a fabricarlo, los sedanes están en retirada…