Mercedes-Benz fue la primera marca entre las Premium alemanas que se animó a lanzar un SUV de tamaño XXL pensando especialmente en el mercado norteamericano, donde los vehículos de estas características y con tres filas de asientos son muy demandados. Recientemente, se sumó BMW con el X7 y la respuesta de la firma de Sttutgart no se hizo esperar: renovó por completo el GLS, que en su generación actual se comercializó durante algún tiempo en nuestro país.
El nuevo GLS comparte plataforma y varios componentes con el GLE (antes conocido como Clase M), aunque con mayores dimensiones: su largo total –en la versión 580- es de 5,21 metros, con una distancia entre ejes de 3,13 metros y 2,15 metros de ancho. Así, en su interior pueden viajar muy cómodamente siete personas, o seis si se eligen las butacas traseras individuales propuestas como opción.
Su diseño se mantiene en línea con los últimos SUV’s presentados por la marca, con trazos más redondeados pero con un aire muy deportivo, que se acentúa aún más con el pack AMG-Line. Los detalles más llamativos están en el sector frontal, con una enorme parrilla con dos listones cromados enmarcando el logo de la estrella, las grandes tomas de aire del paragolpes y las también enormes llantas de aleación, que pueden ser de 19 o hasta 21 pulgadas.
Puertas adentro se mantienen las similitudes con el GLE, del que toma el tablero, de idéntico diseño, con cuatro salidas de aire rectangulares y dos grandes displays de 12,3” cada uno, para el instrumental y el sistema de infoentretenimiento M-BUX. Además, dispone de un equipo de audio Burmester, recarga inalámbrica de smartphones, paquete de iluminación ambiental de 64 colores, guantera refrigerada, head-up display y butacas calefaccionadas/refrigeradas con función de masaje.
Mención aparte para el completo equipamiento de seguridad, con sistema de frenado automático, control de velocidad crucero adaptativo, asistente activo de estacionamiento con cámara de 360º, asistente de dirección y de mantenimiento de carril, entre otros ítems.
Mecánicamente, el GLS se ofrecerá en dos variantes: 450 y 580. El primero estará impulsado por un motor naftero de 6 cilindros en línea, 3.0 litros y 366 CV, mientras que el tope de gama utilizará el conocido propulsor V8 biturbo de 4.0 litros asociado a un sistema mild-hybrid denominado EQ Boost, con el que desarrolla 489 CV y 71,2 kgm de torque. El sistema eléctrico funcionará sólo en determinadas ocasiones, pero no podrá impulsar por completo al vehículo, sino que lo ayudará a lograr una mayor eficiencia. En ambos casos, la transmisión es la caja automática de 9 marchas 9G-Tronic y el sistema de tracción integral 4Matic. En cuanto a prestaciones, la GLS 450 puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, mientras que la GLS 580 reduce el registro a 5,2 segundos, con una velocidad máxima –limitada en ambos casos- de 209 km/h.
Adicionalmente, se ofrecerá el sistema E-Active Body Control como opcional, que consta de suspensión neumática controlada por una computadora que escanea el camino y ajusta la dureza de los amortiguadores de acuerdo a la superficie por la que se transite.
Presentado en el Salón de Nueva York, su llegada a Estados Unidos está prevista para mayo, mientras que al resto de los mercados arribará hacia el segundo semestre. Su comercialización en Argentina aún no está definida.
No está definida en la Argentina? Yo quería una