Ayer fue presentada la tercera generación de la Ford Kuga en Amsterdam, pero parte de su protagonismo fue robado por otra gran –y sorpresiva- novedad: el regreso del Ford Puma, que volverá a las calles pero convertido en un SUV con cierto aspecto de coupé.
Sí, al igual que Mitsubishi que decidió utilizar la denominación Eclipse en un SUV –lo que despertó las críticas de muchos fanáticos del deportivo japonés-, la marca del óvalo hará lo mismo con este nuevo producto. Vale recordar que el Puma, nacido hacia finales de los 90 y comercializado hasta mediados de la década del 2000, era una coupé basada en la plataforma del Fiesta.
Esta transformación no hace más que reflejar el cambio de preferencia del público a nivel mundial, que deja de lado los formatos más tradicionales como los hatchbacks, sedanes, coupés y rurales por los crossovers y SUV’s, tendencia que motivó a Ford a replantearse su estrategia comercial, que como es sabido, ahora se enfocará precisamente en este tipo de vehículos.
El nuevo Puma será un B-SUV que compartirá plataforma con el Fiesta y la próxima generación de la EcoSport, pero con una orientación y diseño más deportivo y dinámico que en Europa competirá por ejemplo con el Nissan Juke o el Toyota C-HR, de propuesta similar.
Hasta el momento no hay imágenes que permitan observar con mucho detalle su diseño, ya que en la casi-presentación o avant premiere, Ford apenas lo exhibió entre luces y sombras a modo de anticipo, por lo que apenas logra verse parte del diseño de los faros –redondeados y con iluminación de Led-, las llantas y su silueta.
Los más memoriosos recordarán que hace unos meses atrás fue fotografiada una unidad de pruebas –camuflada-, que muchos pensábamos que se trataba de la sucesora de la EcoSport, pero que, con esta novedad, ahora sabemos que se trataba en realidad del Puma.
Ford evitó dar mayores datos sobre este nuevo modelo, salvo algunos detalles puntuales: su mecánica será semi-híbrida o Mild-Hybrid, con un motor naftero 1.0 EcoBoost (turbo) que desarrollará 155 CV y estará acoplado a un sistema eléctrico de 48 volts que asistirá al propulsor de combustión sólo en determinadas ocasiones para reducir el consumo y emisiones, logrando un consumo de apenas 5,4 l/100 km y un nivel de emisiones de 124 gramos de CO2 según el ciclo WLTP. Otro aspecto a destacar, según la compañía, será su habitabilidad y capacidad de baúl -de 456 litros-, con lo que promete ser un referente del segmento.
Su presentación oficial está prevista para finales de este año en el Viejo Continente, mientras que su llegada a otros mercados –incluida nuestra región- en todavía una incógnita.