Comienza el Salón de Los Ángeles y con ello todas las novedades que aguardábamos para uno de los pocos eventos de este tipo que vienen sobreviviendo. Justamente otro sobreviviente de esta época plagada de crossovers y SUV’s es el Subaru Impreza, cuya quinta generación acaba de ser develada en la muestra estadounidense, uno de sus principales mercados.
Tal como lo habíamos anticipado hace unos días atrás, en esta oportunidad, la firma nipona eligió una estrategia a la inversa de lo que venía haciendo, lo que también refleja la importancia que están teniendo los crossovers pero demostrando a la vez que sigue apostando por los hatchbacks: tras la presentación del nuevo Crosstrek, llegó el turno del Impreza, su versión más “civilizada” y sin el look ni la preparación off road del ex XV. Las imágenes así lo evidencian: su diseño, a grandes rasgos es similar, pero en lugar de las protecciones en plástico negro y otros elementos, la marca buscó transmitir una sensación de mayor deportividad, sin llegar al extremo del WRX.
Se destacan los faros más finos y rasgados, así como la parrilla hexagonal con un entramado de tipo triangular. Los paragolpes tienen un diseño más deportivo con respecto al Crosstrek, mientras que los laterales son estéticamente más limpios, sin pasarruedas en color negro y con llantas de aleación de 18” pintadas en un tono más oscuro. La apariencia más agresiva resalta aún más en las versiones Sport y RS, especialmente en esta última que agrega la carcasa de los retrovisores en negro y un alerón más prominente.
Puertas adentro, el Impreza incorpora un tablero similar al del nuevo WRX, con una enorme pantalla de 11,5 pulgadas para el sistema multimedia ubicada en posición vertical junto con butacas más cómodas y anatómicas. Curiosamente, en la era de lo digital, Subaru prefirió mantener un instrumental analógico, eso sí complementado por un display adicional para la computadora de a bordo. Por supuesto equipa de serie los sistemas de asistencia EyeSight, con frenado autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, detector de peatones, sistema de mantenimiento de carril, alerta de cambio involuntario de carril, de punto ciego, de tráfico cruzado trasero y de ocupante en plazas posteriores, entre otros ítems.
En materia de confort, equipa climatizador automático bizona, techo panorámico eléctrico, equipo de sonido Harman Kardon con 10 parlantes, butacas calefaccionadas y con regulación eléctrica, dirección asistida eléctricamente. La versión RS agrega detalles como alfombras específicas, pedalera deportiva de aluminio y butacas deportivas.
Mecánicamente, por el momento Subaru dio a conocer sólo dos alternativas: el conocido motor bóxer 2.0 de 156 CV y un boxer 2.5 de 182 CV, ambos con caja automática Lineartronic CVT, selector de modos de conducción SI-Drive y el sistema de tracción integral Symmetrical All Wheel Drive. Estimamos que más adelante se sumará alguna variante electrificada.
El nuevo Impreza llegará inicialmente al mercado norteamericano y japonés a principios de 2023, mientras que con el correr de los meses arribará a otras regiones/países. Su llegada a Argentina aún no fue confirmada.