
Con 30 años de historia y más de 3.000.000 de unidades vendidas sólo en Estados Unidos, el Outback es uno de los productos más representativos de Subaru y acaba de estrenar su generación más rupturista de todas hasta el momento: dejó de lado su tradicional formato de rural aventurera para pasar a ser un auténtico SUV, un cambio que quizás los fanáticos de la marca no se lo tomen tan bien, pero que sin dudas atraerá a nuevos clientes.
La séptima generación fue develada en la previa del Salón de Nueva York y es que, como señalamos en otros artículos, el mercado norteamericano es el más importante junto con Japón para la firma nipona, es por eso que gran parte de sus productos están pensados para los consumidores estadounidenses. Lo más llamativo del nuevo Outback es sin dudas su renovado diseño. Es el segundo modelo de la marca que adopta el nuevo esquema de iluminación frontal dividida, sumando así un aire más moderno y distintivo, aunque a decir verdad, resulta un tanto impersonal. La parrilla, de gran tamaño, refuerza la imagen robusta del vehículo, al igual que el voladizo corto y los prominentes pasarruedas, con protecciones plásticas y cortes rectos en su parte superior.
Su silueta, tal como señalamos anteriormente, deja de lado la forma típica de una rural y pasa a adoptar la de un SUV, más alta y con formas más rectangulares. El remate posterior se caracteriza por los nuevos faros unidos por una barra horizontal interrumpida únicamente por el emblema de la marca. El nombre de la compañía está grabado en el paragolpes, mientras que el del modelo aparece serigrafiado bajo los faros. Entre las novedades, se incorporan por primera vez llantas de aleación de 19 pulgadas (excepto en la versión Wilderness, que mantiene ruedas de 17 pulgadas con neumáticos todoterreno). Además, cuenta con un generoso despeje de 221 mm.
Puertas adentro, el nuevo Outback apuesta por un diseño más limpio y sobrio. Cuenta con un instrumental digital de 12,3 pulgadas, alineado con una pantalla táctil vertical de 12,1 pulgadas desde la que se gestiona casi la totalidad de las funciones del vehículo. Esta incluye una barra de acceso rápido en el lateral izquierdo y dos modos de visualización: uno convencional y otro más simplificado llamado “Calm”. El modelo también mejora en materia de almacenamiento, con múltiples espacios portaobjetos distribuidos por el habitáculo. Además, se suman avances en insonorización mediante nuevos materiales en el techo y elementos aerodinámicos en la carrocería, lo que mejora el confort acústico a bordo.
En lo que sobresale el nuevo Outback es en la seguridad, con una evolución del sistema de asistencia a la conducción EyeSight, que ahora incluye: Frenado precolisión frontal, Control de crucero adaptativo, Asistente de centrado y advertencia de salida de carril, Asistente de frenado de emergencia con selección de carril, Frenado ante tráfico cruzado frontal, Cancelación de aceleración involuntaria, Cambio de carril asistido, Asistencia en atascos, Control de velocidad en curvas, Cámara frontal gran angular con detección de peatones y ciclistas, Compatibilidad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay. También mejoró la capacidad de carga en el techo: ahora permite hasta 362 kg en estático (ideal para tiendas de campaña) y 100 kg en movimiento.
La versión global del Outback llegará equipada con un motor bóxer de cuatro cilindros y 2.5 litros, actualizado para ofrecer 180 CV. Este se asocia a una caja automática Lineartronic CVT, que ahora suma un modo manual de ocho marchas. La variante Wilderness, orientada al off-road, sólo estará disponible en América del Norte y contará con un motor bóxer 2.4 turboalimentado de 260 CV, misma transmisión y el reconocido sistema de tracción integral Subaru Symmetrical AWD con tecnología X-Mode y bloqueo de diferencial central para optimizar la estabilidad en curvas a alta velocidad.
Su lanzamiento comenzará en Estados Unidos a fines de 2025. Los precios y detalles específicos para cada mercado se anunciarán en los meses previos a su arribo a los concesionarios. También se espera que más adelante incorpore alguna versión electrificada.