
A esta altura ya nadie duda del avance de los fabricantes chinos, especialmente en electrificación, lo que les permitió expandirse a numerosos mercados alrededor del mundo. Para resaltar su tecnología y diferenciarse de las automotrices tradicionales, «crearon» una nueva categoría de vehículos electrificados: los súper híbridos, capaces de lograr una autonomía en modo eléctrico muy superior a la de los híbridos convencionales.
En realidad, se trata más de una jugada de marketing que de un nuevo sistema de propulsión, ya que en la mayoría de los casos son híbridos enchufables. Su gran diferencial radica en las mejoras significativas en tecnología y prestaciones, particularmente en autonomía, capacidad de carga y eficiencia de batería. Son, en esencia, una evolución avanzada de los PHEV, pero con una nueva denominación mucho más llamativa.
Esta estrategia busca revitalizar el interés en los PHEV, que suelen ser menos populares en comparación con otros vehículos electrificados. Para ello, los fabricantes optimizan su desempeño con el objetivo de captar a más consumidores. Tal como señalamos anteriormente, un aspecto clave de los súper híbridos es su origen chino. Aunque esta categoría no fue creada para el mercado interno, los fabricantes del gigante asiático la están utilizando como una herramienta para posicionar sus productos en el ámbito internacional y ampliar la presencia de los híbridos enchufables en distintas regiones. Marcas como BYD, Geely, Chery y Jaecoo ya hacen uso de este pomposo nombre.
Para entrar en la categoría de súper híbridos, los modelos deben superar los 100 kilómetros de autonomía en modo eléctrico. No obstante, el término también se extiende a los EREV (vehículos eléctricos de rango extendido), algunos de los cuales pueden alcanzar más de 1.000 km de autonomía combinada. Los EREV pueden interpretarse como eléctricos de rango extendido o híbridos con capacidad extendida, lo que facilita que ciertos modelos sean reconocidos como «súper híbridos». Esto resulta ventajoso para las marcas chinas que buscan introducirse en mercados donde los eléctricos puros enfrentan ciertas limitaciones. Entre los ejemplos destacados de esta tendencia se encuentran el BYD Seal U DM-i y el Jaecoo 7 Super Hybrid, que integran tecnologías avanzadas como el «Super Hybrid System» de Chery, aplicado también en las marcas Omoda y Jaecoo.
Por otro lado, Geely también presentó recientemente el «Super Methanol Hybrid», un sistema híbrido que emplea metanol como combustible en el motor de combustión, con el propósito de reducir el consumo de nafta y las emisiones contaminantes. Con la fallida apuesta de los fabricantes europeos y estadounidenses por los eléctricos, las automotrices del Gigante Asiático también tomaron la delantera en híbridos, sólo las marcas japonesas o coreanas podrían tener una repuesta a estos avances.