En una sociedad cada vez más conectada, pero con más tráfico, embotellamientos y contaminación, la solución a estos problemas podría venir justamente de la mano de la tecnología: Orange Business Services, la compañía especializada en informática, desarrolló una aplicación denominada Flux Vision, que convierte los datos de la red móvil en indicadores estadísticos anónimos sobre cómo se mueven las personas. Así, se puede planificar y mejorar la infraestructura de transporte de las ciudades, un estudio que anteriormente se realizaba contabilizando las compras de boletos de transporte público o contando la cantidad de vehículo en determinadas intersecciones.
Según un informe de Tom Tom –especializada en equipos de navegación GPS-, que determinó las 10 ciudades con mayor tráfico en Sudamérica, en la Ciudad de Buenos Aires, sus habitantes pierden 40 minutos extra al día en los embotellamientos, lo que en un año sumaría 152 horas perdidas en el tránsito. De esta manera, ocupa el 3 °puesto en América Latina, y el 19° a nivel mundial.
Un caso ejemplar se dio en la ciudad francesa de Mulhouse: las autoridades querían poder tomar decisiones comerciales más efectivas para ayudar a revitalizar el centro de la ciudad; mejorar la infraestructura de transporte, ofertas y servicios que presta y entender mejor a sus visitantes. La solución radicó justamente en utilizar los datos de la red móvil.
Al respecto, Felipe Stuz, director de soluciones para Latinoamérica de Orange Business Services explicó el potencial de estas aplicaciones: “Casi todo el mundo posee un teléfono celular y lo lleva a todas partes. Con la data que arrojan los celulares se puede verificar los lugares de origen y comportamiento de los usuarios, hasta la mejora de las comunicaciones y la identificación de mejores formas de atraer a las audiencias adecuadas. Con una solución como Flux Vision se puede analizar en tiempo real, los flujos de tráfico y la intermodalidad, es decir el uso de múltiples formas de transporte en un solo viaje, para planificar mejor los esquemas de transporte e implementar nuevos servicios relevantes y oportunos”.
Una cuestión que siempre genera desconfianza y polémica entre los usuarios es la privacidad y la seguridad en la utilización de los datos personales. Sobre este punto, Stutz reflexionó: «Tenemos que proteger la privacidad individual. Los teléfonos móviles son increíblemente personales, por lo que tanto Orange Business Services como nuestros clientes tienen la responsabilidad de asegurarse de que ninguna persona pueda ser identificada por sus datos. Aquí hay una oportunidad única, pero solo si se maneja con sensibilidad» y aclaró que la compañía se adhiere a GDPR (Reglamento General de Protección de Datos de Europa) y protege la privacidad de los ciudadanos, empleando algoritmos que garantizan un anonimato irreversible.