Su presentación en las próximas semanas es casi un hecho y Audi sabe el potencial que tiene su nuevo SUV eléctrico. Es por eso que la firma de Ingolstadt decidió comenzar a producir el Q4 e-tron en la planta del Grupo Volkswagen en Zwickau, Alemania, donde también se fabrican el ID.3 y el ID.4. Contrariamente a otras automotrices que primero develan su producto y luego inician la producción –especialmente cuando se trata de un vehículo eléctrico-, Audi quiere tener todo listo para que las entregas sean prácticamente inmediatas en lugar de acumular miles de pedidos y meses de espera.
De acuerdo al cronograma oficial, la marca habilitará las reservas en julio y comenzará a entregar las unidades hacia finales de agosto. En este caso, se tratará de versiones estándar, ya configuradas, mientras que los clientes que deseen personalizar su vehículo o agregar opcionales, sí deberán esperar un poco más.
Inicialmente, la primera variante en salir de la línea de producción será el Q4 e-tron “convencional” para luego sumarse, hacia el segundo semestre, la versión Sportback con estética de coupé. Que se haya elegido la planta de Zwickau para su producción no es casual, sino que está relacionado con su arquitectura: comparte la plataforma MEB con la gama ID de Volkswagen y también varias de sus motorizaciones.
Este anuncio se da tan solo una semana después de que la marca publicó el diseño definitivo del interior del SUV y varias fotos de su exterior, aunque todavía con camuflaje en su carrocería. El Q4 e-tron apuntará principalmente a rivales como el Tesla Model Y junto con el Mercedes-Benz EQB –la futura versión eléctrica del GLB-. Se sabe que medirá alrededor de 4,59 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,61 metros de alto, ubicándose en el segmento C. Estéticamente, el sector frontal está inspirado en su hermano mayor, el e-tron y en los SUV’s más grandes de la marca, como el Q8, con una figura que combina trazos rectos con músculo y formas angulosas. Allí, lo primero que llama la atención es que al igual que el renovado Q5, cuenta con faros Oled, que serán personalizables: el conductor podrá elegir el diseño de la firma luminosa según el modo de conducción seleccionado. También sobresale la enorme parrilla hexagonal carenada –no tiene una función de refrigeración- y las tomas de aire de los extremos del paragolpes, que contribuyen a darle una imagen muy agresiva.
De perfil también lucirá un diseño bastante similar al Q5, especialmente en la variante convencional, con el típico remate posterior de los SUV’s de Audi, con la tercera ventanilla sobre el pilar C, que adoptará un estilo tipo fastback en el caso de la versión Sportback.
Puertas adentro, tal como los últimos productos presentados por Audi, se destaca por un diseño mucho más arriesgado y de aspecto tridimensional, dejando de lado la habitual sobriedad que caracterizaba a la marca. No faltan los gadgets tecnológicos, como el instrumental 100% digital ni dos pantallas adicionales, una para el sistema multimedia y otra para operar los mandos del climatizador. Mención aparte para la incorporación de un Head-Up Display de realidad aumentada que proyecta información en el parabrisas sobre la navegación, autonomía restante, velocidad, etc. y que será ofrecido como opcional.
Mecánicamente, las dos primeras versiones en ser lanzadas contarán con un motor eléctrico ubicado en el eje trasero que desarrollará 170 y 204 CV respectivamente, alimentado por baterías de iones de litio de 48 y 77 kWh de capacidad que les permitirán recorrer 340 y 520 kilómetros.
