Alfa Romeo, una de las marcas más pasionales y con mayor tradición deportiva tiene una estrecha relación con Argentina, casi como la histórica relación entre nuestro país e Italia, compartiendo costumbres y gran parte de la cultura. Esa simbiosis se vio reflejada a lo largo de los años, trascendió generaciones y acaba de cumplir nada menos que 100 años. El mismo año que la firma del Biscione celebra el centenario de su icónico quadrifoglio verde que identifica a sus autos de competición, también festeja su 100º aniversario de presencia ininterrumpida en el país.
Para celebrarlo, Centro Milano, su representante en Argentina, eligió el mejor escenario: la embajada de Italia, fiel reflejo de sus orígenes, donde realizó un exclusivo cocktail para la prensa, clientes, celebrities y directivos, como Arnaud Leclerc COO global de Alfa Romeo y por supuesto, Carolina Belcastro, presidenta del importador.
Repasando brevemente su historia en nuestro país, la primera unidad fue importada en 1923 por el empresario Eduardo Carú. Aquel primer RL fue un éxito total en la competición, prácticamente en los comienzos del automovilismo argentino. Desde allí se formó un lazo que permanece hasta hoy y que tuvo a Juan Manuel Fangio como uno de sus mejores representantes: en 1951 el piloto de Balcarce obtuvo el primero de sus cinco títulos en la Fórmula 1. En ese momento, era tal su pasión por la marca, que se dice que Fangio firmó el contrato sin siquiera mirar la cifra. Con el correr de los años, la firma de Arese siempre participó en diferentes categorías locales. En paralelo, sus productos de calle sedujeron al público con su atractivo diseño, el sonido de su motor o las siempre destacables prestaciones. El cuore sportivo que identifica a la marca está presente en cada uno de sus modelos. Claro que también tuvo altibajos: del éxito total en ventas entre fines de los 80 y especialmente durante la década del 90 con el 145, 146, 164 o sus deportivos que convirtieron a Argentina en el segundo mercado más importante fuera de su Italia natal, los vaivenes económicos, impuestos y trabas a las importaciones así como varios cambios de importador, llevaron a que aquellas cifras cayeran considerablemente, aunque los clientes más fieles a la marca continúan.
Actualmente tanto en nuestro país como a nivel global, Alfa Romeo busca reconquistar al público, apuntar a que más de un 40% de sus ventas correspondan a mercados fuera de Italia y para ello se está reinventando, eso sí, manteniendo intacto su ADN, su pasión por el diseño y el carácter deportivo. La prueba más concreta son el Stelvio, la Giulia y el Tonale. El Stelvio es el primer SUV de la marca y viene logrando un gran nivel de ventas en Estados Unidos y Europa, donde además recibió numerosos premios. En Argentina está disponible en varias versiones entre las que por supuesto se destaca la Quadrifoglio con su V6 de 510 CV. La Giulia sigue la tradición en berlinas deportivas y refleja la evolución de la compañía desde sus recordados antecesores, el 156 y el 159, también disponible en la versión Quadrifoglio con el mismo V6 biturbo del Sport Utility.
Mención aparte para el Tonale, el más reciente integrante de la marca y que busca convertirse en un best seller ya que tiene todos los atributos para ello: diseño atractivo, gran equipamiento tecnológico y una gama de motorizaciones que también representan el puntapié inicial en la estrategia de electrificación, con sus variantes híbridas enchufables. Además, es el primer producto de Alfa equipado con un certificado digital NFT (token no fungible). Basado en la tecnología blockchain y vinculado de forma única, el NFT certifica el automóvil en el momento de la compra y evoluciona para representar su uso durante el ciclo de vida del vehículo, con importantes ventajas en términos de protección del valor residual. Su llegada a Argentina, si bien todavía no fue anunciada, está en los planes de Centro Milano, que prometió más sorpresas para este 2023.
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