Esta semana se concretó un hecho histórico para la división de camiones de Volkswagen, que marcará un antes y un después en su gama: la presentación oficial de la nueva línea Delivery. ¿Por qué es tan importante? Porque significa una verdadera revolución –y renovación- para la oferta de camiones livianos de la firma alemana, que empieza a dejar de lado las clásicas líneas de cabina inspiradas en las T3 de principios/mediados de los 80 por otra con una imagen y concepción mucho más moderna, acorde a los productos actuales de VW.
Si bien la cabina fue diseñada en Alemania, el resto del desarrollo fue íntegramente regional, mediante una enorme inversión de R$1 billón para este nuevo proyecto, que también está enfocado en el mercado internacional. Su diseño se destaca por los trazos rectos y numerosos detalles cromados en la parrilla y la toma de aire frontal, con varios rasgos que recuerdan a los vehículos de pasajeros de Volkswagen, especialmente a la Amarok. Además, se mejoró su aerodinámica, detalle que redundará favorablemente en su economía operativa.
El interior fue reformulado por completo, ofreciendo un espacioso habitáculo y un minucioso estudio de la ergonomía para ubicar cada uno de los mandos al alcance del conductor, lograr una óptima posición de manejo, empuñadura del volante, regulación en altura de la butaca y la versatilidad suficiente para ir del asiento del conductor al del acompañante de forma rápida. El tablero también recuerda a la pick up por su diseño. En el panel, navegando por el display, el conductor podrá visualizar la información del vehículo, del trayecto y del motor. Además, podrá configurar funciones de confort, como el cierre centralizado de puertas y la altura del volumen de alerta del panel de instrumentos. La función “económetro” indicará si la conducción está siendo económica o no, en términos de consumo de combustible.
Este renovado Delivery se ofrecerá en una amplísima gama de versiones (13 en total) con tres niveles de equipamiento, City, Trend y Prime y diversas capacidades de carga, que van desde los 3.500 kg a los 11.000 kg, todos impulsados por motores Cummins de 2.8 y 3.8 con variedad de potencia: 150, 160, 165 y 175 CV. La primera de ellas utiliza la tecnología de recirculación de gases de escape (EGR), mientras que las restantes emplean el sistema SCR, con inyección de urea. La transmisión es manual de seis velocidades, aunque, al menos en el mercado brasileño, se ofrecerán versiones automatizadas.
Su llegada a nuestro país ya fue confirmada y está prevista para el primer semestre de 2018, reemplazando a la línea actual.