Si hay un vehículo sobre el que más notas escribimos en los últimos meses, ese es sin dudas el Golf VIII: venimos hablando de él desde el inicio de su desarrollo hasta su fase final, con numerosos teasers oficiales y no oficiales, fotos espía, filtraciones, rumores, etc. Y es que el modelo más representativo de Volkswagen siempre acapara la atención a nivel mundial y luego de reprogramaciones en su fecha de presentación –inicialmente se preveía su estreno para el Salón de Frankfurt, pero se estiró algunas semanas para no superponerse con el ID.3-, llegó el día de conocerlo detalle por detalle.
Develado en un evento de carácter global y con trasmisión oficial vía streaming, la octava generación del hatchback mediano plantea una sutil evolución en diseño, pero un gran salto en cuanto a tecnología y eficiencia. Presentado en principio sólo en las versiones hatchback convencionales, más adelante se sumará la rural Variant y por supuesto, los deportivos GTI y R.
Estas son sus características principales:
Continuismo, la receta del éxito:
A decir verdad, no hay sorpresas en su diseño: por un lado, debido a las continuas filtraciones y fotos espías tomadas durante su desarrollo y aunque Volkswagen intentó crear más expectativas con los teasers oficiales, gran parte del aspecto del Golf VIII ya se conocía desde hace tiempo; y por el otro, el nuevo Golf tampoco se alejó de los parámetros estéticos de sus antecesores y que ya son una tradición en el modelo.
Su figura se mantiene casi inalterada con el paso de los años y generaciones, con el ancho pilar C como su principal seña de identidad. Sí se advierten formas más trabajadas en la carrocería, pero nada muy jugado. La mayor novedad se da en el sector frontal, que sí recibió un replanteo más profundo, con faros más finos y alargados, con una firma de Led que sigue parte de su contorno y que en su parte superior se une a la parrilla –también más fina-, con el nuevo logo de VW en el centro y un listón de color azul en el caso de la versión GTE (híbrida). El paragolpes unificó la toma de aire central las de los extremos mediante una máscara de color negro –que varía su diseño de acuerdo a la versión- junto con un marco en forma de C que lo hacen parecer más ancho. La parte trasera es igual de sobria que el resto de la carrocería, con faros de Led que se extienden sobre el portón y dos salidas de escape simuladas en la parte inferior del paragolpes que añaden un toque sport.
De esta manera, el Golf logra verse más moderno, quizás los cambios parecen mínimos, pero esta es la receta que sigue a rajatabla en todas sus evoluciones y con la que siempre se aseguró un buen nivel de ventas.
Revolución tecnológica:
Hay un dicho popular que reza “lo que importa es lo de adentro” y parece aplicarse muy bien al Golf VIII. Quienes critiquen la sobriedad y lo conservador del exterior, sí se sorprenderán al ingresar al habitáculo: el tablero fue replanteado por completo y dejó de lado la sobriedad que lo caracterizaba para hacer gala de un diseño muchísimo más moderno, más tridimensional y distinto a otros productos de la marca.
Lo único que se mantiene en relación con sus antecesores es la orientación del instrumental y los comandos hacia el conductor, todo lo demás es completamente diferente. El protagonismo se lo lleva la tecnología, con dos enormes pantallas, una de 12,3″ para el instrumental –una evolución del Active Info Display, con más información, colores y animaciones más logradas- y la otra de 8,25″ para el sistema multimedia, compatible con Android Auto, Apple CarPlay y numerosos servicios conectados. Mención aparte para otras dos particularidades: dejó de lado el característico comando circular tipo perilla para el encendido de las luces por otro por botones, ubicado a la izquierda del tablero. Además, la selectora en el caso de las versiones automáticas, es mucho más pequeña y de formato tipo joystick.
Como era de esperarse, sumará más asistentes de conducción, como el sistema de frenado automático en ciudad, control de crucero adaptativo con función para embotellamientos, sistema de mantenimiento de carril con corrección de la dirección, alerta de punto ciego y tráfico cruzado trasero y estacionamiento asistido, entre otros ítems. Estos sistemas le permitirán agregar un modo de conducción semi-autónoma bastante similar al Autopilot de Tesla, siempre bajo vigilancia del conductor. También podrá comunicarse con el entorno, recibiendo notificaciones ante congestiones de tráfico o emitir un alerta de emergencia, en caso de accidente.
Plataforma multi-energética:
El Golf VIII está desarrollado sobre una evolución de la plataforma MQB, por lo que creció levemente en dimensiones, pero como mencionamos anteriormente, mantiene sus clásicas proporciones. El uso de esta arquitectura, hiper conocida en casi todos los productos de la firma alemana, también lo hace apto para recibir todo tipo de sistemas de propulsión y es otra de las características de esta nueva generación: tendrá versiones nafteras y diésel convencionales, micro-híbridas, híbridas enchufables y a gas. La única que no tendrá continuidad será la variante 100% eléctrica (eGolf), ya que su lugar será ocupado por el innovador ID.3.
La gama de propulsores nafteras estará compuesta por motores de tres cilindros de 90 y 110 CV, mientras que los diésel (TDI de cuatro cilindros) se ofrecerán en opciones de 115 o 150 CV, con una notable reducción en los niveles de emisiones.
Estas mecánicas estarán complementadas por tres motores eTSI, con tecnología micro-híbrida de 48V, con un menor nivel de emisiones y consumos. Habrá tres variantes disponibles: 110, 130 y 150 CV. Adicionalmente, también serán de la partida dos versiones híbridas enchufables -denominadas eHybrid-, con el agregado de un motor eléctrico y un paquete de baterías de iones de litio de 13 kWh, con 204 y 245 CV respectivamente.
¿Llegará?
Es una pregunta difícil de responder, ya que el nuevo Golf se fabricará sólo en Wolfsburg (Alemania), por lo que tendría que tributar un 35% de arancel extrazona y provenir de una sola planta, su volumen de importación estaría bastante limitado según la demanda que tenga en otros mercados. Una alternativa sería que arribe en su variante híbrida, por lo que sólo pagaría un 5% de impuestos y contaría además con beneficios tributarios.
A pesar de estas limitaciones, Pablo Di Si, CEO de la marca en nuestra región ya manifestó sus intenciones de seguir comercializando el icónico mediano en Brasil y Argentina, por lo que tiene chances de desembarcar en nuestro mercado, quizás hacia mediados/fines de 2020 o ya para 2021.
Quitando la buena calidad el diseño es cada vez más aburrido y cansador.
x aquí si llega creo solo la versión deportiva como pasa con el actual Peugeot 308 europeo… igual por mi ni llegue este vw tan feo..