El Passat fue durante muchos años y décadas enteras, la nave insignia de Volkswagen -sólo superado por el fallido Phaeton-, un referente del segmento D por tecnología, confort, seguridad y calidad. Sin embargo, el avance de los SUV’s perjudicó sus ventas y fue perdiendo mercado a nivel global. Actualmente, la marca decidió apostar por una nueva generación, pero sólo se comercializa en formato rural (Variant) en Europa. Para quien siga prefiriendo la berlina, hay una sola posibilidad: China. Allí, la compañía presentó el nuevo Passat Pro.
Desarrollado sobre la plataforma modular MQB, el Passat Pro fue creado por y para el Gigante Asiático, aunque toma inspiración de su par del Viejo Continente, especialmente en el sector frontal. Allí se destacan los faros finos y alargados -con proyectores de Led- junto a una parrilla también más delgada y las enormes tomas de aire del paragolpes, unidas entre sí por una suerte de máscara negra. De perfil es una típica silueta de sedán Volkswagen, que rápidamente la podemos asociar al Vento o al Virtus, sobre todo por la tercera ventanilla triangular en el pilar C. El remate posterior cuenta con faros que se extienden a lo ancho de la tapa del baúl y un acrílico traslúcido. Como era de esperarse, se ofrecen varias opciones de personalización, con diferentes diseños de llantas de aleación y terminaciones.
Puertas adentro la evolución es notable y evidencia la importancia que le da la compañía a la tecnología. El tablero es de aspecto más tridimensional y cuenta con nada menos que tres pantallas: una para el instrumental –configurable por el conductor-, otra para el sistema multimedia y otra para el pasajero. Están disponibles varias combinaciones bitono para los revestimientos del interior, optando así por un estilo más elegante o uno más deportivo. El equipamiento es realmente completo e incluye butacas con regulación eléctrica y funciones de masaje y ventilación, head-up display, cargador inalámbrico, climatizador de tres zonas, con salidas y regulación para los pasajeros que viajen atrás, así como numerosos sistemas de asistencia a la conducción.
Mecánicamente, el Passat Pro apela a una fórmula muy conocida: el motor naftero 1.5 TSI de 160 CV o el más potente 2.0 TSI de 220 CV, todos asociados a una caja automática DSG de doble embrague de 7 velocidades. Curiosamente, aún no se ofrecen versiones electrificadas (híbridas), pero se espera que se incorporen al portfolio más adelante. Por ahora, no hay intenciones de comercializar el sedán en otros mercados fuera de China.