La pandemia de coronavirus obligó a Volkswagen –y a todas las automotrices en general- a replantearse todas sus inversiones y proyectos a futuro. En el caso de la marca alemana trajo como consecuencia la suspensión del Proyecto MQB-A00 del que surgiría la próxima generación del Gol/Voyage y de la Tarok, la pick up compacta que competiría con la Fiat Toro. Mientras se define su continuidad o no, la compañía tiene que resolver otras cuestiones, como los compromisos asumidos con los trabajadores y sindicatos de sus plantas y la necesaria renovación de su portfolio. La solución a ambos asuntos vendría de la mano del Polo Track.
¿De qué se trata? Al igual que el Fox Track sería una nueva versión de entrada de gama, en este caso del Polo, que tendrá dos características distintivas: por un lado, no contará con el facelift que en los próximos años recibirá el hatchback. Pero sí lucirá una estética levemente aventurera, con pasarruedas en color negro y adhesivos con el nombre de esta variante. Como era de esperarse, para posicionarse como el modelo más accesible de la marca, perderá varios ítems de equipamiento, que se reducirán a lo mínimo indispensable en cuanto a confort y seguridad, aunque bajo la reglamentación que estará vigente para 2022: además del doble airbag, frenos con ABS, anclajes Isofix, apoyacabezas y cinturones inerciales de tres puntos en las 5 plazas, tendrá de serie control de estabilidad (ESP).
Mecánicamente, según anticipan medios de prensa brasileños, estará disponible sólo con el motor naftero 1.0 MPI de tres cilindros que ya utilizan otros modelos de la marca como el Gol o el Up. De comercializarse en otros mercados como nuestro país, posiblemente adopte el conocido 1.6 MPI de 110 CV, siempre con caja manual de 5 velocidades.
Esta jugada tiene mucha lógica y es ciertamente una solución a las cuestiones planteadas anteriormente: como ya se sabe, al quedar en stand by el desarrollo de la próxima generación, el Gol actual deberá estirar su ciclo de vida comercial hasta 2022. Lo mismo sucede con el Fox, que se resiste a desaparecer en el país vecino ya que mantiene un muy buen nivel de ventas, y el pequeño Up, con una gama cada vez más acotada. Estos tres modelos no podrán seguir tal y como están después de ese año, ya que será obligatoria la incorporación del ESP. Hasta ahora venían sobreviviendo con actualizaciones y adaptaciones –el Fox sumó apoyacabezas y cinturones de tres puntos en las 5 plazas y el Up redujo su capacidad homologada a 4 pasajeros para poder cumplir con la reglamentación actual-. Ahí entra en juego la otra problemática: al ser discontinuados, la planta de Taubaté -la única que hasta ahora no recibió la plataforma MQB-, quedará con mucha capacidad ociosa. Es por eso que se decidió la introducción de la plataforma modular a este complejo industrial, lo que también permitirá a futuro producir otros modelos, como un pequeño SUV del que se viene hablando desde hace tiempo.
Por el momento esta información no fue confirmada de manera oficial por Volkswagen, sino que fue revelada por el Presidente del Sindicato de Metalúrgicos de Taubaté, Claudio Batista, como parte de las negociaciones para garantizar la continuidad de la planta. Si bien se inició un proceso de retiros voluntarios, el objetivo es mantener la mayoría de los puestos de trabajo. Sobre la aprobación del proyecto, Batista afirmó: “El clima es favorable. Mientras otras empresas están despidiendo, conseguimos obtener estabilidad por cinco años. Solamente saldrá de la fábrica quien así lo quiera”. Respecto al nuevo producto, indicó: “La línea de producción comenzará a ser adaptada en noviembre para recibir la plataforma MQB. Además del Polo Track, que será fabricado exclusivamente en Taubaté, vamos a compartir la producción del Polo con Sao Bernardo do Campo. Así, vamos a garantizar dos turnos de trabajo”.
Seria una buena idea (opcional) si le pueden agregar un turbo para el 1.6l