Finalmente llegó el día en que Volkswagen presentó la esperada actualización del T-Cross, el B-SUV que si bien inicialmente logró muy buenos niveles de ventas pero luego quedó algo desdibujado frente al Nivus/Taigo. Es por ello que la firma de Wolfsburg decidió diferenciarlo más y jerarquizarlo, con detalles más elaborados que el Polo y el crossover.
Comenzando por el sector frontal, si bien los faros mantienen su formato, incorporan tecnología IQ.Light con proyectores de Led y una firma luminosa que se extiende hacia el centro de la parrilla, que estrena un nuevo entramado. El paragolpes también fue replanteado y ahora se dibuja una suerte de X como en el Taos, pero sin el aplique de color negro. La toma de aire ahora es más grande y en forma de trapecio, mientras que las luces antiniebla pasan a contar con un marco triangular cromado. El sector inferior del paragolpes agrega además un aplique de color aluminio, simulando una defensa.
De perfil, al menos en las unidades de las fotografías de prensa, dejó de lado las combinaciones bitono con el techo en contraste con la carrocería, para contar con un color uniforme en todo el exterior, que resalta aún más con el amarillo de la versión R de las imágenes. De perfil sólo incorpora nuevo diseño para las llantas de aleación y perdió esa suerte de branquia que identificaba a la versión. Por último, en el sector posterior se rediseñó el layout interno de los faros, que ahora dibujan una suerte de X. El paragolpes agrega una franja de color negro y otra en la parte inferior con un detalle en color aluminio.
Donde sí hay modificaciones de consideración es en el interior: ahora ya no utiliza el tablero del Polo, sino que toda la plancha frontal fue rediseñada, con nuevas salidas de aire y una nueva disposición de la pantalla del sistema multimedia –que puede ser de 8 a 9,2 pulgadas- tipo tablet flotante, sobresaliendo del torpedo. Además recibió una mejora en los materiales, que si bien no son soft-touch, simulan una costura. Por supuesto, mantiene el instrumental digital Active Info Display, con una pantalla de 8 a 10”.
La gama de motorizaciones para el mercado europeo es algo diferente y más amplia que en nuestro mercado: arranca con el 1.0 TSI de 95 CV con caja manual de 5 marchas, sigue con la opción de 116 CV con caja manual de 6 velocidades o automática DSG de doble embrague de 7 marchas, mientras que en el escalón más alto se ubica el 1.5 TSI Evo de 150 CV, con desactivación automática de cilindros y turbo de geometría variable, también asociado a la transmisión DSG de 7 relaciones. Curiosamente, no se incorporaron versiones electrificadas, aunque esto tiene una explicación: la plataforma MQB-A0 no está preparada para esta tecnología, al menos por ahora.
Su lanzamiento en el Viejo Continente se concretará en los próximos meses, mientras que para su arribo a nuestra región o mejor dicho, su producción en Brasil, recién se daría a principios del año que viene, dado que en el país vecino la marca ya presentó el MY2024 casi sin cambios, por lo que aquí llegaría ya como MY2025. Habrá que ver cuántas de las modificaciones son incorporadas por el modelo sudamericano.