Volkswagen Transporter Sportline: para trabajar sin perder la deportividad

Los furgones están asociados indudablemente a su utilización como vehículos de trabajo, pero durante la década del 80 en América del Norte y Europa –incluso en nuestro país-, muchos usuarios particulares comenzaron a personalizar sus unidades. Esta tendencia se mantuvo –aunque en menor medida- hasta el día de hoy y, puntualmente, en el mercado europeo, incluso existen versiones especiales salidas de fábrica con una estética más deportiva que tienen una considerable demanda en varios países, sobre todo en el Reino Unido donde el público local tiene una particular predilección por estas variantes. El ejemplo más claro es la Ford Transit Custom Sport, pero ahora también Volkswagen decidió lanzar su propuesta: la Transporter Sportline.

Las diferencias están a la vista: cuenta con una parrilla específica con un aplique rojo a lo ancho junto con un paragolpes con diseño más agresivo, con dos enormes tomas de aire en los extremos y una de formato trapezoidal en el centro. Además, dispone de llantas de aleación de 18 pulgadas de diseño exclusivo, pintadas en color grafito y neumáticos con un perfil más bajo que el del resto de la gama. Completa el listado un aplique con la denominación Sportline siguiendo la línea de los faros, adhesivos y spoilers en los laterales, alerón de techo y la pintura gris mate de la unidad fotografiada como parte del opcional Black Edition.

Al paquete estético, la firma de Wolfsburg también decidió incorporar modificaciones en la puesta a punto: la suspensión fue rebajada en 30 milímetros con un kit provisto por Eibach para realzar su imagen deportiva y mejorar su comportamiento dinámico. No hay cambios en su mecánica, pero considerando sus cifras, tampoco las necesita: esta versión de la Transporter T6 está impulsada por un motor diésel 2.0 TDI de 204 CV, asociado a la caja automática DSG de doble embrague y 7 velocidades, conjunto que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 8,9 segundos… una performance digna de un hot-hatch en una carrocería voluminosa y pesada como la de un utilitario.

Mención aparte para el completo equipamiento del que dispone: tapizado de cuero, instrumental 100% digital configurable por el conductor, sistema de infoentretenimiento Discover Media, climatizador y un paquete de asistencias a la conducción compuesto por el control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, sensores de estacionamiento delanteros y traseros y cámara de retroceso.

Tal como señalamos anteriormente, la Transporter Sportline por ahora será exclusiva para el mercado británico donde existe una gran demanda de este tipo de personalizaciones. A modo de referencia, sus precios arrancan en 42.940 libras y llegan hasta las 49.450 libras en caso de elegir la opción Black Line Edition.