Las empresas son socialmente responsables cuando las actividades que realiza se orientan a la satisfacción de las necesidades y expectativas de sus miembros, de la sociedad y de quienes se benefician de su actividad comercial, así como también, al cuidado y preservación del entorno.
Volkswagen vinculan el quehacer de la organización con el contexto social en el que actúa, de modo que le permita contribuir a la calidad de vida y el bienestar de la sociedad.
La CSI (Inversiones Sociales Corporativas) representa la piedra angular del interes en el bienestar social que tiene la empresa Volkswagen en Sudáfrica. Una de las primeras inversiones fue la fundación del Volkswagen Comunity Trust en 1989 que proporciona a la gente herramientas de modo que tomen inicitaivas y responsabilidad para sí mismos. Volkswagen invierte anualmente alrededor de 30 millones de rand (alrdedor de 15 millones de pesos argentinos) en desarrollo social como centros de salud, clínicas deportivas, emprendimientos agrícolas, proyectos textiles, microemprendimiento de materiales para la construcción, etc
Cuando estuvimos en Sudáfrica pudimos visitar varios de estos desarrollos: A Chance to Play (Una chance para jugar), TATI (Inicitaiva agrícola), Gusco (emprendimiento de costureras) y Khayamnandi (emprendimiento de fábrica de ladrillos)
A Chance to Play:
El proyecto se inició en Abril del 2008 y une el entusiasmo de importantes acontecimiento de futbol, influenciando a la diversión y al desarrollo recreacional de los niños. También promueve los juegos y el deporte en general como componente esencial para el desarrollo sano de un niño.
A Chance to Play ha hecho contribuciones significativas a las vidas de más de 30000 niños a través de: clínicas de varios deportes como futbol, rugby, cricket – torneo regulares para niños y niñas – enseñando y practicando juegos tradicionales africanos – realizando entrenamientos que acompañan los deportes y juegos – mejora en infraestructura como en 9 campos de deportes, 8 centros recreativos y 5 patio de juegos que han sido ampliados y cuatro guardería que fueron reequipadas con juguetes y gimnasios.
TATI:
La iniciativa agrícola de Tinarha (TATI) en Kwanobuhle, Uitenhage, es un proyecto agrícola comercial.
En TATI se cultiva repollo, zanahoria, remolacha, espinaca y chaucha, una parte de la cosecha es destinado al mercado de exportación y otro que abastece a supermercados en el mercado local. La granja cuenta con 135 hectáreas de las cuales 35 están cultivadas, siendo establecida en Octubre del 2003, iniciándose como una cooperativa con 18 miembros.
El número de trabajadores permanentes ha aumentado en cinco años de 18 a 70 llegando a los 200 con trabajadores temporarios. Volkswagen Community Trust ha donado a la cooperativa desde el 2008, 3 millones de rand (alrededor de 1,6 millones de pesos argentinos)
GUSCO:
Durante los últimos años últimos, un número de compañías textiles han cerrado sus puertas, que ha dado lugar a una gran cantidad de costureras desocupadas. Esto dio lugar a una afluencia de proyectos de costura informales que proliferaban rápidamente dentro de las comunidades locales, a menudo funcionando sin un mercado definido.
En el año 2004 tres grupos de costureras formaron GUSCO (Cooperativa de costureras de Uitenhage). Volkswagen Community Trust donó en 1999 equipamiento y material y los miembros de GUSCO recibieron entrenamiento financiero y gerencial y también fueron ayudados con un plan de desarrollo estratégico en negocios y marketing.
Esta cooperativa comenzó en un garage, hoy lo hace en un recinto dentro del predio de una escuela. Estas costureras confeccionan bolsas de polipropileno en cinco colores para supermercado las cuales son vendidas a 7,95 rand (alrededor de 4 pesos argentinos) y abastecen el 40 % de los supermercados.
Hoy estas costureras trabajan en un turno pero ya se encuentran realizando la planificación de trabajar en dos turnos dada la demanda que tienen y reciben un salario de 3000 rand (alrededor de 1600 pesos argentinos) un 40% más de lo que cobrarían en otro empleo.
Khayamnandi:
Un grupo de mujeres de sectores humildes desarrollaron una microempresa que fabrica materiales de construcción, específicamente ladrillos, que usan las mismas comunidades de las personas que trabajan en ella o vendidos a pequeños constructores.
Son quince mujeres las que trabajan de las cuales 6 se encargan del marketing, compras de materia prima finanzas y administración y las 9 restantes se encargan del trabajo en campo realizando más de 1000 ladrillos por día.
Volkswagen Community Trust realizó una donación de 80.000 rand (alrededor 40.000 pesos argentinos) en equipamiento, materiales e inversiones iniciales.
La sustentabilidad en todos estos proyectos es la llave que asegura que todas las inversiones estén consolidadas cuidadosamente y que continuen en el futuro para Volkswagen Community Trust y la gente que busca superarse cada día.