El Cherokee es uno de los modelos más icónicos e históricos de Jeep, sin embargo, su última generación pasó algo desapercibida y desdibujada por su polémico diseño y el éxito que logró el Compass y, a pesar de que fue discontinuado hace ya dos años, volverá. Así lo confirmaron desde la propia marca, revelando que ya están trabajando en el desarrollo de una nueva generación que se destacará por apostar por un sistema de propulsión híbrido.
De esta manera, la marca estadounidense mantendrá en su portfolio al Cherokee, dándole al Recon –que hasta ahora parecía posicionarse como una suerte de sucesor- un posicionamiento diferente. La confirmación del nuevo Cherokee llegó de boca del CEO de Jeep, Antonio Filosa, durante el Salón del Automóvil de Los Ángeles, en Estados Unidos.
La nueva generación del SUV será presentada hacia mediados de 2025. Aunque los detalles específicos aún no se han revelado, todo indica que el renovado Cherokee adoptará un sistema híbrido convencional (HEV) en lugar de una configuración híbrida enchufable (PHEV). En una entrevista con Automotive News en septiembre, el vicepresidente de planificación global de producto de Jeep, Matthew Nyquist, explicó que la marca está enfocada en priorizar los híbridos convencionales, un tipo de tecnología que está ganando popularidad en el segmento de los SUV, pero que actualmente es poco común entre los modelos de la compañía: “Entre los sistemas enchufables y los híbridos convencionales, hay una diferencia significativa en costos debido a la combinación del motor y una batería de tamaño considerable en los PHEV. En Estados Unidos, los HEV están presentes en muchos segmentos. Definitivamente consideraremos esta opción para ofrecer el balance adecuado entre precio y eficiencia de combustible a nuestros compradores», explicó.
Siguiendo este plan, el Cherokee no contará –al menos inicialmente- con versiones completamente eléctricas, a diferencia de los modelos Wagoneer S y Recon. Este enfoque refuerza la estrategia de Jeep de posicionar al próximo Cherokee como un SUV accesible y orientado al mercado masivo. El objetivo será competir directamente con rivales de mucho peso en el mercado norteamericano como la Toyota RAV4, Honda CR-V y la Nissan X-Trail.