
Las tres grandes norteamericanas tienen su V8 más icónico: Ford tiene al Coyote, Chevrolet al small block (LS) y Dodge tiene –o tenía- al HEMI, motores que son parte de la identidad de cada marca y que en el caso de la firma del óvalo y de GM, se mantienen en producción y seguirán al menos por varios años más. Sin embargo, la firma perteneciente a Stellantis tuvo que desprenderse de él en casi todos sus productos, desde el Challenger o el Charger hasta la RAM 1500, decisión que fue muy criticada y generó mucha polémica entre los entusiastas, pero que ahora existe la posibilidad de que pueda replantearse.
Dicen que no hay que hacer leña del árbol caído, pero tras la salida de Carlos Tavares como CEO de Stellantis, la compañía está analizando y redefiniendo su estrategia, y también se van conociendo rumores o comentarios sobre su gestión. Si bien su desembarco y carrera en la empresa comenzó de manera muy exitosa y fue uno de los artífices de la fusión entre PSA y FCA, en este último tiempo Tavares fue también el responsable de apostar todo por la electrificación total. En ese sentido, buscando acelerar la transición y reducir rápidamente el nivel de emisiones, decidió poner fin al HEMI V8 y reemplazarlo por el actual Hurricane 6 –un seis cilindros biturbo-. No son pocos dentro de la empresa los que querían mantener el V8, pero en aquel momento nada pudieron hacer contra la decisión del CEO.
En medio de la crisis que afecta a la compañía, y ante la incertidumbre sobre el futuro de las marcas estadounidenses y la salida de Tavares, se produjo un importante regreso: Tim Kuniskis, ex CEO de Dodge y RAM, que volvió a asumir su cargo en la marca de pick ups y utilitarios. ¿Cómo se conecta su vuelta con los míticos V8? Kuniskis siempre fue un gran entusiasta de este motor y fue el principal impulsor de las versiones Hellcat que tanto éxito lograron en el mercado norteamericano y que justamente sostenían las ventas de Dodge.
Considerando que el HEMI todavía se mantiene en producción, aunque ya para muy pocos productos, no sería descabellado pensar –e ilusionarnos- con su posible regreso, quizás evolucionado o con algún tipo de electrificación para reducir las emisiones como ya contaba la RAM 1500 Mild-Hybrid, devolviéndole este símbolo de identidad y pertenencia a las marcas. Si bien el Hurricane 6 casi lo iguala en potencia y torque, el reconocimiento, la durabilidad y el sonido de un V8 no puede compararse al de un propulsor más pequeño. La demanda del público existe y si tenemos en cuenta que tanto Ford como Chevrolet sí mantienen estos motores en su oferta, Stellantis no debería quedarse atrás.