Una vez al año, los ojos del automovilismo mundial están puestos en una de las competencias más icónicas de la especialidad: las 24 horas de Le Mans, una carrera de resistencia que se lleva a cabo desde 1923 y cuya mística fue llevada al cine en más de una oportunidad.
En esta nueva edición, Ford volverá a participar en la categoría GTE Pro –una de las más competitivas por su variedad de marcas y modelos- con 4 unidades del GT, con el objetivo de lograr el triunfo luego de haber terminado en segundo lugar en 2017 y haberse consagrado en 2016 con una victoria, marcando el debut del nuevo GT.
El auto #66 será conducido por el piloto alemán Stefan Mücke, el francés Olivier Pla y el estadounidense Billy Johnson, trío que logró el mes pasado su primera victoria en la primera ronda del WEC en Spa Francorchamps. El #67 estará en manos del brasileño Tony Kanaan y los británicos Andy Priaulx y Harry Tincknell. En el #68 estarán los ganadores de la edición de 2016, el estadounidense Joey Hand, el francés Sebastien Bourdais y el alemán Dirk Müller. Por último, el australiano Ryan Briscoe, el británico Richard Westbrook y el neozelandés Scott Dixon –ganadores de las 24 Horas Rolex de Daytona- estarán al volante del GT #69.
Al respecto, Mark Rushbrook, Director Global de Ford Performance Motorsport expresó: “Es gratificante ver los cuatro autos reunirse cada año como un solo equipo en Le Mans. Es una manera de materializar el nivel de esfuerzo global que iniciamos en 2016 y que hemos mantenido desde entonces. Le Mans lo tiene todo; se lleva a cabo en una pista histórica en Francia, es una carrera de resistencia sin igual y una de las pruebas más espectaculares del mundo. Cuando ganas una carrera como esta, sabes que has logrado algo importante. Se trata del trabajo coordinado de múltiples pilotos y miembros del equipo, todos trabajando para la marca correcta. No puedo esperar por volver y competir por otra victoria”.
