Muy pronto vuelve la versión que nunca tendría que haberse ido, el 500 Hybrid. Stellantis fue una de las que más apostó por la electrificación total, ofreciendo a la nueva generación del icónico Cinquecento sólo con este tipo de propulsión, lo que condenó su éxito: con ventas que nunca lograron despegar, estaba muy lejos de los números de su antecesor, que a pesar de sus más de 10 años encima, seguía manteniendo una gran demanda, aunque tuvo que ser discontinuado en Europa debido a un tema de regulaciones de seguridad. Frente a esta situación, la compañía tuvo que desarrollar a contrarreloj una versión con motor de combustión, haciendo el camino inverso a lo que suele suceder habitualmente y ahora sí, ya está muy cerca de ser presentada.
Así lo demostró la propia compañía al publicar las primeras fotos del nuevo 500 Hybrid, que seguirá siendo fabricado en la histórica planta de Mirafiori, en Turín. Se trata de los primeros prototipos de esta versión, que adopta el diseño moderno y estilizado del 500 eléctrico, pero con sutiles diferencias. Entre ellas se destacan los faros rediseñados -con un formato más redondeado en ambas mitades- y un proyector adicional ubicado en la parte inferior del sector frontal. En la parte trasera, sin embargo, el modelo mantiene el diseño del eléctrico, con salidas de escape ocultas y faros idénticos.
La marca también reveló algunos detalles del interior. Se aprecia el pomo de la caja manual de seis marchas, un volante multifunción con el 500 en rojo junto con detalles en ese mismo tono en los asientos. El resto del habitáculo es prácticamente idéntico al de las versiones de cero emisiones.
Según medios de prensa europeos, la producción en serie del nuevo 500 Hybrid comenzará en noviembre, con una meta ambiciosa de 100.000 unidades anuales y llegada a concesionarios del Viejo Continente prevista para principios de 2026. Esta versión estará equipada con el conocido motor Firefly 1.0 -aspirado- de tres cilindros, que entrega 71 CV. El sistema híbrido incorpora un motor eléctrico que actúa como generador, alternador y motor de arranque. Además, Fiat reutilizó el puerto de carga del modelo eléctrico para convertirlo en la boca de llenado de combustible.
Aún restan conocerse detalles clave como el nivel de equipamiento, las prestaciones específicas y si contará con una capacidad de desplazamiento eléctrico limitado -por ejemplo, en maniobras de estacionamiento-. No obstante, la vuelta del 500 a la combustión se perfila como un movimiento estratégico que podría devolverle protagonismo comercial a la marca, especialmente en un contexto donde los híbridos ganan terreno como alternativa de transición hacia la electrificación total, siendo además un gran complemento del Grande Panda.
